BIOGRAFIA DE ANDY RUBIN
La biografía de Andy Rubin la componen en realidad tres historias de vida: la del brillante currito de la informática que consigue dar el pelotazo con una gran idea, la del directivo sin escrúpulos que acaba saliendo por la puerta de atrás de la multinacional para evitar un gran escándalo y la del excéntrico millonario amante de los excesos que acaban filtrados a la prensa después de que su propia mujer iniciase un proceso legal contra él millonario.
Los inicios de Andy Rubin casan prefectamente con el estereotipo de emprendedor tecnológico de éxito: Nació en un pequeño pueblo al norte de nueva York, estudio informática y comenzó a trabajar de ingeniero en Aplee en 1989.
Allí, haciendo un juego de palabras entre su nombre y su afición por la robótica, sus compañeros le bautizaron como "Android", un mote que, años adelante se convertiría en la marca del principal sistema operativo una década después de abandonar la empresa de la manzana.
El despegue de Android, nacida a finales de 2003 por iniciativa de Rubin y dos socios, no fue sencillo.
La suerte de Rubin dio un giro de 180 grados cuando, en julio del año 2005, Google compró por la empresa por una cantidad ligeramente superior a los 50 millones de dólares. Un acuerdo en el que, además, él y sus dos socios pasarían a formar parte del equipo directivo de la firma que les había absorbido.
En los comienzos de la empresa la idea era entrar en el emergente sector de las cámaras para teléfonos móviles, un mercado que, sin embargo, consideraron demasiado pequeño para sus ambiciones y a mediados de 2004 decidieron dar un cambio de rumbo.
Rubin siempre tuvo claro "el tremendo potencial de desarrollar teléfonos más inteligentes que aprovechasen mejor la localización y las preferencias de los usuarios". Un concepto que se convertiría en la semilla del estricto control al que hoy en día nos somete la tecnología móvil.
La visión de Rubin y sus socios contrastaba con la incapacidad de la empresa para ganar dinero. De hecho, durante el tiempo que Android se mantuvo como una empresa independiente, vivió permanentemente al filo de la navaja en una constante amenaza de desahucio y bancarrota.
Los problemas de la compañía eran tan graves que Rubin se vio obligado a aceptar un sobre con 10.000 dólares en efectivo de su amigo Steve Perlman para evitar que las autoridades les sacasen por impago de sus oficinas.
De acuerdo con el escrito hecho público por el tribunal, la mujer de Rubin reclama un proceso con jurado popular y le acusa de un total de 8 cargos entre los que se incluyen dos de fraude, ruptura de los deberes fiduciarios, ruptura de contrato y negligencia profesional.
De este modo, se abre un proceso multimillonario -que el fundador de Android ha intentado mantener oculto- en el que se juegan los famosos dividendos fruto del sistema operativo más popular del mundo.
Video de referencia: https://www.youtube.com/watch?v=I2hTlx_hsVE
MUY BIEN
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